Enrique Menendez Pelayo

Historia de la Real Sociedad Menéndez Pelayo

El 16 de octubre de 1918 tuvo lugar la asamblea constituyente de la Sociedad Menéndez Pelayo en el salón de actos de la Cámara de Comercio santanderina, la presidió el historiador vasco, amigo y albacea de Marcelino Menéndez Pelayo, Carmelo de Echegaray. En ella estuvieron representados todos los ámbitos de la sociedad, instituciones políticas, sociales y culturales; escritores, abogados, artistas, editores y una larga lista en la que también aparecen nombres de empresarios, profesores, sacerdotes, que contribuyeron con su presencia a realzar la reunión de la que habría de salir la primera Junta de Gobierno: que estuvo formada por los siguientes nombres:

Presidente Honorario:

Presidente:

Vicepresidente:

Secretario:

Tesorero :

Vocales:

D. Enrique Menéndez Pelayo

D. Carmelo de Echegaray

D. Eduardo de Huidobro

D. Miguel Artigas

D. Roberto Basáñez

D. Alfonso Ortiz de la Torre
D. José María Quintanilla
D. Luis de Escalante
D. José Pardo Gil
D. Federico de Vial
D. José Ramón Lomba Pedraja

Los objetivos fundamentales de la Sociedad quedaron perfectamente definidos en el discurso que leyó en aquella ocasión su presidente:

“promover, fomentar y auxiliar los trabajos literarios referentes al estudio bio-bibliográfico y crítico de don Marcelino Menéndez Pelayo y de sus obras y del estudio de la Historia y Literatura Española, para lo que organizará conferencias, cursillos, concursos…; editar revistas, boletines, libros, folletos y toda clase de publicaciones en consonancia con el objeto de la sociedad”.

Unos meses después se iniciaba la publicación del Boletín de la Biblioteca Menéndez y Pelayo, órgano de la Sociedad que lleva el nombre de la Biblioteca, como muestra de que ésta es su referencia más inmediata, además del lugar físico del que surgió. En cuyas páginas han escrito, a lo largo de su historia, los más importantes especialistas en los ámbitos de pensamiento de Menéndez Pelayo: Allison Peers. Aurelio M. Espinosa, Menéndez Pidal, García de la Concha, Cardenal Iracheta, Alarcos Llorach, Bosch Gimpera, Bonilla San Martín, Ballesteros Baretta, etc.

La estrecha relación entre Menéndez Pelayo y la monarquía, dilatada a lo largo del tiempo por la relevancia social de don Marcelino, tuvo su momento culminante en la inauguración del monumento al escritor José María de Pereda el 23 de enero de 1911 en los jardines del Boulevard, en cuyo discurso de inauguración Marcelino Menéndez Pelayo representó a Alfonso XIII y a las Academias de la Lengua y de la Historia. La Sociedad, como heredera de su espíritu y su pensamiento, mantuvo esa relación y así, con motivo de la inauguración de la Biblioteca de Menéndez Pelayo en el año 1923 escribía Miguel Artigas:

“… gracias a la vigilante y asidua intervención de la Sociedad había podido inaugurarse este año la Biblioteca y descubrirse la estatua de Don Marcelino; pues la Sociedad consiguió la ayuda material del Sr. Marqués de Valdecilla y ella organizó el acto que con la asistencia de S.M. el Rey don Alfonso XIII y el discurso del Presidente de la Real Academia Española don Antonio Maura tuvo una brillantez extraordinaria…”

En 1923, por iniciativa de Miguel Artigas y con la estrecha colaboración de varios de sus miembros se crearon los Cursos de Verano de la Sociedad Menéndez Pelayo siguiendo el ejemplo que en Madrid suponían los del Centro de Estudios Históricos, como forma de extender diversos aspectos de la cultura española entre los estudiantes de otros paises que llegaban cada verano a Santander para perfeccionar el conocimiento de nuestro idioma. El advenimiento de la II República Española, en ocasiones llamada República de Maestros por la importancia que se dio a la misión pedagógica del estado, posibilitaría la creación, en agosto de 1932 de la Universidad Internacional de Verano de Santander, que retomaba la idea primitiva de Miguel Artigas y era fruto del empeño de personal del Ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes, Fernando de los Ríos Urruti. En el veerano de 1938, antes de que acabara la Guerra Civil, se reanudaron en Santander los Cursos para Extranjeros, pero habría que esperar hasta el 10 de noviembre de 1945 para que el gobierno del general Franco, firmara el decreto de creación en Santander de la Universidad Internacional “Menéndez Pelayo”.

Desde su creación hasta hoy, la historia de la Sociedad Menéndez Pelayo ha sido larga, y en ocasiones compleja, pero el resultado de estos años de trabajo arroja un brillante resultado:

  • Ochenta y dos volúmenes del Boletín de la Biblioteca de Menéndez Pelayo. Con la interrupción de la Guerra Civil y primeros años de posguerra, que impidieron que aparecieran el año 1937 y entre 1939 y 1943.
  • Creación de los Cursos de Verano de la Sociedad Menéndez Pelayo, que habrían de evolucionar hasta convertirse en un elemento clave de animación cultural en el verano santanderino.
  • Edición del volumen Homenaje a D. Tomás Antonio Sánchez, con motivo del segundo centenario de su nacimiento.
  • Conmemoración del Centenario del nacimiento de José María de Pereda, en colaboración con otras instituciones santanderinas.
  • Publicación de Romancero Popular de la Montaña, de José María de Cossío y Tomás Maza Solano, primer estudio serio sobre esta modalidad de literatura de tradición oral española.
  • Contribución a la creación, en 1934, del Centro de Estudios Montañeses, entidad de estudios locales que desde entonces viene cumpliendo la misión de Cronista Oficial de Cantabria.
  • La adquisición y puesta en funcionamiento, en 1935, de la Casa Museo de Menéndez Pelayo.
  • Publicación de numerosas monografías con estudios sobre la vida, la obra y el ámbito intelectual de Menéndez Pelayo, así como de otros autores, fundamentalmente José María de Pereda.
  • Organización de Jornadas de Hispanismo Filosófico.
  • Creación de Encuentros de Historia de la Restauración.
  • Edición de la colección de Estudios de Literatura y Pensamiento Hispánicos.
  • Publicación de la serie Conferencias y Discursos.

A lo largo de su historia la Sociedad Menéndez Pelayo ha contado entre sus miembros con representantes de los más diversos ámbitos académicos, que han realizado importantes estudios e investigaciones, con colaboradores desinteresados que han contribuido a conformar la historia de la Sociedad, y con mecenas que han patrocinado actos o ediciones que contribuyen a cumplir el fin para el que fue creada.

Una característica importante que ha sido fundamental para el mantenimiento de la Sociedad durante más de 100 años ha sido la estabilidad, que se puede comprobar en la nómina de sus directivas, que en tan dilatado período de tiempo sólo ha conocido ocho presidentes:

1918-1925

1926-1929

1930-1960

1961-1980

1981-1999

1999-2007

2007-2015

2015…

D. Carmelo de Echegaray

D. Alfonso Ortiz de la Torre Huidobro

D. Luis de Escalante de la Colina

D. Fernando Barreda Ferrer de la Vega

D. Carlos González Echegaray

D. Benito Madariaga de la Campa

D. Ramón Emilio Mandado Gutiérrez

D. Francisco de Borja Rodríguez Gutiérrez

En 1999 cedió al Ayuntamiento de Santander la parte posterior de la Casa Museo, que no se utilizaba para tal fin, con objeto de que se instalara en ella la biblioteca del poeta Gerardo Diego, y la sede santanderina de la Fundación que lleva su nombre.

En la actualidad, la Sociedad Menéndez Pelayo ha superado un período de crisis, probable coste de su longevidad, y, con el mismo espíritu que animó a sus fundadores, patrocina y apoya cualquier actividad que tenga que ver con los objetivos marcados en su fundación, ampliando su visión hacia otras materias de acuerdo a los nuevos tiempos del siglo XXI.

En consonancia con esa apertura, un equipo de personas procedentes de distintos ámbitos trabaja cada día para que la figura y la obra de D. Marcelino Menéndez Pelayo siga siendo guía y fuente de inspiración para investigadores, estudiosos y eruditos de todo el mundo.